Serie: EL TESTAMENTO DE PABLO #11

Escrito por:
El Canto del Gallo

Pablo… triste, solo y abandonado
 
2 Timoteo 4:9-15
Litto Nebia y Tanguito en 1967 grabaron LA BALSA, la cual comienza diciendo “estoy muy solo triste acá en este mundo abandonado”.
 
Esta frase se puede aplicar a las declaraciones de Pablo este capítulo 4 de su Testamento. 
Él  sabe que está por ser sacrificado, que el tiempo de su partida está cerca, y comienza a respirar dos tipos de aires. Los aromas celestiales mezclados con las fragancias de tristeza, soledad y abandono. Aquí encontramos la fórmula de este perfume de nostalgia, tristeza y melancolía. Hay 4 partes o fracciones: 1/ La Asistencia 2/ La Ausencia 3/ El Ataque 4/ Anhelo 
 
La Asistencia (4:11)
  • “Solo Lucas está conmigo,…”  
  • Alaba a Dios por ese Lucas que SÍ está a tu lado siempre 
 
La Ausencia (4:10, 12)
  • Por cuestiones mundanas. “Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica” (v10) “yo decido irme, abandonarte”. 
  • Por cuestiones ministeriales “Crescente fue a Galacia y Tito a Dalmacia” (v10) “tengo que irme por el ministerio” 
  • Por cuestiones misionales “A Tíquico lo envié a Éfeso” (v12). La misión demandaba enviarle. Aunque Tíquico quisiera quedarse, Pablo le diría: “debes ir”
 
El Ataque (4:14-15)
  • Identificando al Atacante “Alejandro el calderero me ha causado muchos males;” (1ª Ti. 1:20)
  • Intercediendo al Abogado “el Señor le pague conforme a sus hechos.” 
  • Informando al Amigo “Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras” 
El Anhelo (4:9, 13)
  • Relación “procura venir pronto a verme” (v9) “procura venir antes del invierno” (v21)
  • Recomendación “Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil en el ministerio”
  • Recuperación “Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos” 

 Anima algún hermano que se sienta solo, triste o abandonado. ¿Cuándo fue la última vez que animaste a tu anciano o pastor? Tal vez hoy lo puedes hacer. Querido consiervo ¿Estás desanimado? ¿Te sientes solo y abandonado? Busca un hermano para orar con él, aunque sea por teléfono. Recuerda que el Señor nunca te abandona.